Educación intercultural
Educación intercultural
¿A que se refiere?
Ayuda a desarrollar competencias y actitudes para la participación ciudadana activa en la construcción de una sociedad pluricultural, justa y equitativa.
La educación intercultural es para toda la población, porque supone convivencia respetuosa entre personas y comunidades que reconocen sus diferencias en un diálogo sin prejuicios ni exclusiones.
¿Cómo se desarrolla?
Se desarrolla en una modalidad de enseñanza-aprendizaje que se fundamenta en el reconocimiento de la diversidad de culturas, de cosmovisiones, de interpretaciones de la realidad, de producciones, transmisiones y aplicaciones de conocimientos, y de formas de transformar e innovar. En general, se requiere del ejercicio transdisciplinar, donde el conocimiento académico se construye a partir de las demandas de los actores que viven los problemas a diario, quienes están en condiciones de compartir perspectivas, conocimientos e interpretaciones relevantes para abordar los problemas de manera integrada.
Importancia
Vivimos en una sociedad cada vez más compleja, donde se experimentan permanentes cambios socioculturales con personas de diferentes orígenes y expresiones. Esto ha permitido una ampliación de los vínculos entre grupos culturales diversos, lo que exige tolerancia y flexibilidad para comprender y adaptarse a nuevas situaciones. En este sentido cobra gran importancia la educación intercultural, ya que supone una valoración positiva de la diversidad y respeto por las personas.
Cada ser humano es transmisor de su cultura, la cual se expresa como parte de su identidad. Lo cultural es aquello que cada persona es y manifiesta en las interacciones con los otros. Por lo tanto, la educación intercultural supone una reflexión y una práctica educativa que considere que la diversidad es lo normal en cualquier grupo.
Beneficios
Las instituciones educativas se convierten en este contexto en el espacio fundamental para desarrollar en nuestros alumnos competencias interculturales y globales, que según Deardoff (2006) es “la habilidad para comunicarse efectivamente y eficientemente en contextos interculturales, cambiar marcos de referencia de manera apropiada y adaptar su comportamiento al contexto”. Es decir, acciones concretas que tienen como objetivo el desarrollo de habilidades, conocimientos y aptitudes que permitan que los alumnos puedan contar con las herramientas para el mundo actual donde la diversidad se vuelve un factor fundamental. Los beneficios son múltiples, sólo por nombrar algunos:
En los alumnos: el desarrollo de la interculturalidad en el aula permitirá que los alumnos adquieran los conocimientos prácticos y el entendimiento necesario para aprovechar las oportunidades que la diversidad presenta. El desarrollo de la empatía, para poder escuchar y entender al otro, como así también para ser sensible ante sus necesidades. El desarrollo de la flexibilidad como habilidad clave para saber-estar en ambientes cambiantes, manejando un amplio rango de situaciones sociales y pudiendo adaptarse utilizando comportamientos adecuados. Los alumnos entenderán las diferencias, y trabajarán con ellas en posterior de crear ambientes de aprendizaje más sanos e inclusivos, pudiendo trabajar con compañeros que son diferentes a ellos. Los abordajes interculturales preparan a nuestros alumnos para que se conozcan mejor a sí mismos y a su cultura, lo que es un primer paso fundamental para conocer mejor a los otros y entender la complejidad cultural. Los alumnos de la comunidad estarán preparados para interactuar en un mundo global, diverso y desafiante, y eso es un valor agregado que no deben dejar pasar.
En los docentes: para poder facilitar y enseñar en aulas interculturales, los docentes deben comenzar por estar preparados ellos mismos para el desafío. Esto significa que primero se debe desarrollar a los docentes en sus competencias globales, entender su cultura y a sí mismos como productos de la misma. Los docentes involucrados podrán trabajar en aulas más inclusivas, donde la currículo sea entendida por todos sus alumnos. Tendrán un entendimiento de la diversidad que les permitirá trabajar con alumnos de diferentes contextos, edades, bagajes culturales e incluso diferentes países como así también relacionarse de manera efectiva con docentes provenientes de contextos diversos. Podrán liderar proyectos que sean de interés y que generen impacto más profundo en la comunidad.
Condiciones
Teniendo en cuenta las funciones sociales de la educación, que se debaten entre dos posiciones: el cambio social y la transmisión de las pautas sociales, la educación intercultural requiere de unas condiciones mínimas en la sociedad:
- Reconocimiento explícito del derecho a la diferencia cultural.
- Reconocimiento de las diversas culturas.
- Relaciones e intercambios entre individuos, grupos e instituciones de varias culturas.
- Constitución de lenguajes comunes y normas compartidas que permitan intercambios.
- Establecimiento de fronteras entre códigos y normas comunes y específicas mediante negociación.
Principales problemáticas
Entre los principales problemas que desde el ámbito escolar deben enfrentarse para la educación intercultural destacan:
- Dificultad de conocer el nivel curricular con el que accede el alumnado perteneciente a minorías étnico-culturales al centro, lo que imposibilita saber los aprendizajes que tienen adquiridos, retrasando el aprendizaje de nuevos conocimientos y su participación en las actividades que se llevan a cabo en el aula.
- Desconocimiento del español, lo que dificulta la comunicación entre profesor/alumnos y entre el grupo de iguales. Ante esta situación, cabe preguntarse qué tipo de actuación educativa sería la más correcta: si una política de inmersión lingüística o de combinación de la lengua materna con el aprendizaje del español como segunda lengua. En el caso de una política de inmersión lingüística puede existir el riesgo de desarrollar una competencia limitada en la segunda lengua, y además se privaría a los alumnos minoritarios de la oportunidad de seguir profundizando y adquiriendo conocimientos de su propia cultura. Cuando se combinan ambas lenguas, la materna y la del país acogida, estos problemas no se producen y los alumnos perciben la enseñanza de la segunda lengua como algo menos distante de su cultura y entorno social. Se ha comprobado que cuando se incluye la enseñanza en ambas lenguas (mayoritaria y minoritaria), los alumnos inmigrantes permanecen más tiempo en la escuela y no tienden a abandonarla.
- La pertenencia de los alumnos inmigrantes, en muchas ocasiones, a una clase económica desfavorecida, lo que afecta negativamente en determinados contextos escolares y contribuye a legitimar aún más las desigualdades con las que llegan al centro escolar. Quizás también sea ésta una de las causas por las que estos alumnos abandonan los estudios de manera prematura y los que continúan su formación académica lo hacen con poco éxito.
- Falta de participación de las familias del alumnado de minorías étnicas en los centros, no existiendo en la mayoría de los casos una relación fluida entre los padres con los profesores de sus hijos.
- La gran discrepancia que encuentran muchos alumnos entre lo que aprenden y lo que conocen en su ambiente familiar, y lo que exige la escuela.



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