Aprender a convivir
APRENDER A CONVIVIR
Calidad Educativa significa mucho más que la adquisición de algunos conocimientos y/o competencias, y entre otras cosas es el camino que lleva a “Aprender a convivir”, teniendo en cuenta que esté término no se limita a lo que suceda en el entorno escolar, sino que apunta a la formación de individuos responsables, para lograr una convivencia democrática.
La palabra convivencia es muy usada en distintos ámbitos,
muchas veces sin analizar su significado y su sentido. La dificultad práctica
es que generalmente no podemos escoger estas compañías, como en los casos de la
escuela y el trabajo, entre otras áreas de la vida. La convivencia nos exige un
esfuerzo de adaptación, por un lado, y de acogida, por el otro. Para poder convivir sanamente debemos
aprender a negociar y ceder, desarrollar la
tolerancia hacia los otros y la no discriminación frente a las diferencias
interpersonales. Implica conocernos para encontrar puntos de
unión y acuerdo, aceptarnos como personas únicas y no juzgar, si no tratar de
empatizar con el otro. Cuando alguien no nos agrada, la reacción natural es
esperar que esa persona cambie, pero la experiencia nos dice que la cosa no
funciona así. Es más factible realizar cambios internos, como por ejemplo,
cambiar nuestras expectativas respecto de los demás. Cuando bajamos nuestras
expectativas en las relaciones humanas, las personas nos pueden sorprender
positivamente. Asimismo, esperamos tener una mejor acogida de los demás en
relación a nuestras debilidades, falencias y errores.
Los niños aprenden estas conductas de nosotros. Querámoslo o
no, somos modelos de intercambio
social. A veces ellos nos demuestran ser más “sabios” que nosotros,
no tienen prejuicios, juzgan menos, perdonan más, integran mejor.
La convivencia es
la capacidad de las personas de vivir con otras (con-vivir) en un
marco de respeto mutuo y solidaridad recíproca y que esto implica el reconocimiento
y respeto por la diversidad y la capacidad de las personas de entenderse, de
valorar y aceptar las diferencias y los puntos de vista de cada uno.
La escuela es el ámbito en el que vivir y vivenciar con otros se presenta en la cotidianeidad del aula; una experiencia compleja para el sujeto porque encierra la paradojal necesidad de interactuar con los demás y a la vez conservar el espacio propio.
La convivencia es un aprendizaje constante, se enseña y se aprende todo el tiempo. Es una responsabilidad de todos:
- Estudiantes
- Docentes
- Directivos
- Asistentes
- Padres
- Madres.
Convivencia:
Un objetivo del proceso educativo:
La convivencia, el aprender a ser con el otro; es un objetivo
esencial de la experiencia educativa. La función socializadora de la escuela se
manifiesta en las interrelaciones cotidianas, en el aula, en las actividades
diarias, en conversaciones espontáneas, o en discusiones o diálogos
planificados para reflexionar acerca del impacto de las interrelaciones en cada
sujeto. En cada espacio se enseña y se aprende a convivir: en el recreo, en los
talleres, en las salidas, en la biblioteca, allí donde se dé la maravillosa
oportunidad de aprender a estar juntos. Tiempos y espacios específicos son
imprescindibles; no esporádicos sino continuos y progresivos. Todo el tiempo
nos ocupamos del vivir juntos, porque estamos juntos, todo el tiempo.
La convivencia debe
ser concebida como un objetivo.
-
Un objetivo que se irá construyendo, modificando, corrigiendo, evolucionando
tantas veces como sea necesario y como los actores vayan requiriendo.
-
Un objetivo que coexiste con el desarrollo curricular. Porque una
convivencia positiva favorece las condiciones de aprendizaje. Condiciones
que desarrollen la capacidad de establecer acuerdos, reconocer las diferencias,
formas de alcanzar consensos, de aceptar disensos.
Supone un gran desafío, quizás mucho más ambicioso que la pretensión de un buen rendimiento curricular. Trasciende programas específicos y temáticas determinadas, supera el cumplimiento de normas y reglamentos y traspasa relaciones de horizontalidad o verticalidad. Todo el tiempo convivimos en la escuela con otros.
Cómo
los niños aprenden a convivir
No nacemos con la habilidad de
convivir. Comenzamos a aprender a convivir en cuanto nos damos cuenta de las
demás personas. Después, como niños y como adultos, seguimos desarrollando esa
habilidad. Estamos aprendiendo a convivir toda la vida. Al principio,
desarrollamos habilidades muy sencillas. Un bebé aprende a sonreírle a su madre
cuando ella le sonríe a él, o un niño aprende a esperar su turno para un juego.
Pero a medida que un niño vaya creciendo, necesita desarrollar habilidades más
complejas para poder llevarse bien con los demás.
Aprender a conocer: Dada la rapidez de los cambios sociales producidos
en función del progreso científico y de las nuevas formas de actividad
económica y social, es necesario promover el acceso permanente a nuevos
contenidos.
Aprender a hacer: Más allá de los oficios o profesiones obtenidos,
indica la conveniencia de adquirir competencias que posibiliten hacer frente a
nuevas situaciones laborales, propiciando el trabajo en equipo.
Aprender a ser: Sostiene que el progreso de las sociedades depende
de la creatividad y capacidad de innovación de cada individuo o grupo.
Aprender a convivir: Alude al desarrollo de conocimientos sobre los demás, sobre su historia, sus costumbres, tradiciones y su espiritualidad en el marco de sociedades cada vez más multiculturales y competitivas.
¿Qué conceptualizaciones nos ayudan a entender de qué se trata la
convivencia escolar?
Desde siempre la
convivencia fue un problema difícil de comprender, de controlar y aún más de
predecir; es conveniente considerar que todo el edificio del Derecho se
constituyó en un fuerte regulador social, indispensable para posibilitar la
vida en sociedad. En tal sentido, fue necesario mitigar las diferencias entre
pueblos, etnias, confesiones, estamentos sociales, géneros, generaciones,
ideologías, etc.
Aprender a conocer: Dada la rapidez de los cambios sociales producidos
en función del progreso científico y de las nuevas formas de actividad
económica y social, es necesario promover el acceso permanente a nuevos
contenidos.
Aprender a hacer: Más allá de los oficios o profesiones obtenidos,
indica la conveniencia de adquirir competencias que posibiliten hacer frente a
nuevas situaciones laborales, propiciando el trabajo en equipo.
Aprender a ser: Sostiene que el progreso de las sociedades depende
de la creatividad y capacidad de innovación de cada individuo o grupo.
Aprender a convivir: Alude al desarrollo de conocimientos sobre los
demás, sobre su historia, sus costumbres, tradiciones y su espiritualidad en el
marco de sociedades cada vez más multiculturales y competitivas.
¿Qué conceptualizaciones nos ayudan a entender de qué se trata la
convivencia escolar?
Desde siempre la
convivencia fue un problema difícil de comprender, de controlar y aún más de
predecir; es conveniente considerar que todo el edificio del Derecho se
constituyó en un fuerte regulador social, indispensable para posibilitar la
vida en sociedad. En tal sentido, fue necesario mitigar las diferencias entre
pueblos, etnias, confesiones, estamentos sociales, géneros, generaciones,
ideologías, etc.
- https://www.calidadeducativa.edusanluis.com.ar/2013/05/aprender-convivir.html
- https://enlinea.santotomas.cl/blog-expertos/aprender-a-convivir/#:~:text=Para%20poder%20convivir%20sanamente%20debemos,de%20empatizar%20con%20el%20otro.
- http://anafrank.educ.ar/archivos/profundizar2.html





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